2020-11-30

“COVID-19” Y EL FUTURO DE LA DIPLOMACIA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

 


Por Dr. Salam Al Rabadi

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG, Argentina 2020.

 

En primer lugar, al dar una visión general de los diferentes marcos conceptuales para la diplomacia, se debe hacer una distinción entre la diplomacia y los diplomáticos. Para poder enmarcar los problemas a nivel de las relaciones internacionales, es posible que haya diplomacia sin diplomáticos, lo que significa que los diplomáticos están ausentes de participar en la formulación de políticas y las decisiones diplomáticas y políticas, además de su exposición a la marginación al elaborar, trazar e implementar planes estratégicos. Por lo tanto, esto inevitablemente requiere una distinción entre la diplomacia como decisión estratégica y los diplomáticos como actores influyentes.

 

En el mismo contexto, debemos tener en cuenta la existencia de nuevos patrones complejos a nivel económico, ambiental, tecnológico y de salud, que dieron lugar a la creciente influencia de algunos nuevos actores en el ámbito mundial, por lo que el campo internacional no permaneció monopolizado sólo en las actividades del Estado. En consecuencia, dependiendo de la influencia de los nuevos actores, lo que está en juego en las relaciones internacionales se relacionó más estrechamente con las cuestiones humanitarias. En consecuencia, existen nuevos y diferentes métodos de trabajo diplomático, como la diplomacia científica, la diplomacia ambiental, la diplomacia tecnológica, la diplomacia demográfica, la diplomacia de la salud, etc.

 

En este marco, hay muchas pruebas que demuestran que la diplomacia tradicional de los países por sí sola ya no es capaz de definir las relaciones internacionales, ya que es posible ir a las reuniones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ver cuán eficaz es la diplomacia de estos nuevos actores. Además, las conferencias sobre el desarrollo sostenible en su conjunto reflejan el alcance de este impacto, así como la mayoría de los acuerdos mundiales no podrían haber existido sin esa diplomacia, como los acuerdos para reducir y cancelar las deudas de los países pobres, sin mencionar el Tratado de Prohibición de minas (Tratado de Ottawa), el Convenio sobre la Diversidad Biológica y todos los acuerdos ambientales, etcétera.

 

Además, si seguimos todos los acontecimientos relacionados con el papel y la eficacia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel de la crisis pandémica “Covid-19” en el año 2020, podemos decir que reflejan en algunos aspectos la problemática del cambio en la esencia del trabajo diplomático, por no hablar de la problemática de la calidad de los diplomáticos y cómo elegirlas y que es más eficaz en la lucha contra la pandemia: ¿diplomático tecnócrata o diplomático político o diplomático técnico?

 

En consecuencia, a la luz de la tensión de la realidad mundial como resultado de la crisis “Covid-19” y sobre la base de los complejos marcos diplomáticos que a granel vienen a expresar la dialéctica de la fuente de las estrategias políticas globales y el destino de la diplomacia tradicional, se hizo necesario que nos preguntáramos :

 

1-  La crisis de salud “Covid-19” ¿Refleja las fallas de las estrategias políticas o las capacidades diplomáticas?

2-  ¿Requieren las apuestas emergentes separación entre diplomacia y diplomáticos?

3-  ¿Necesita la diplomacia una nueva dirección estratégica? ¿o las estrategias deben revitalizar el papel de la diplomacia?

Lo que aumenta la gravedad y el peso de estas cuestiones es el hecho de que la gran mayoría de los conflictos políticos y armados se están produciendo actualmente dentro de los países, lo que afecta el margen de movimiento disponible para la diplomacia tradicional, ya que es natural retroceder su papel e importancia, partiendo del principio y la regla de la falta de jurisdicción. Además, el papel de la diplomacia tradicional (que ha existido desde los acontecimientos del 11 de septiembre sobre las dimensiones de seguridad) ha cambiado con las lecciones aprendidas de las contradicciones de las estrategias mundiales debido a las implicaciones de la crisis de salud resultantes del “Covid-19”.

 

Como esta crisis se produjo como un golpe repentino al papel de la diplomacia tradicional, como evidencia concluimos en la importancia de abrir amplias perspectivas para nuevos tipos de diplomacia.

 

Brevemente, en el caso de que todos estos hechos estén vinculados a demandas actuales y repetidas que piden la creación de una representación oficial de la sociedad civil mundial dentro de las organizaciones internacionales (que ya está teniendo lugar), y que puede llegar a la etapa de exigir el derecho al voto, entonces se hace lógico tomar muy en serio todas estas cuestiones relacionadas con la diplomacia y su futuro.




2020-11-21

"Covid-19" And The Future Of Diplomacy In International Relations

Dr. Salam Al Rabadi: Researcher In International Relations. Nov,2020. 

First of all, when giving an overview of the different conceptual frameworks for diplomacy, a distinction must be made between diplomacy and diplomats, in order to be able to frame the problematics at the level of international relations, It is possible for there to be diplomacy without diplomats, meaning that diplomats are absent from participating in policy-making and diplomatic and political decisions, in addition to their exposure to marginalization when developing, drawing and implementing strategic plans.

Therefore, this inevitably necessitates a distinction between diplomacy as a strategic decision and diplomats as influential actors. 

In the same context, we must take into account the existence of complex new patterns at the economic, environmental, technological and health levels, which resulted in the increasing influence of some new players on the global arena, thus the international field did not remain monopolized only on the state's activities.

Consequently, depending on the influence of the new players and actors, the stakes in international relations became more closely related to humanitarian issues. Accordingly, there are new and different methods of diplomatic work, such as science diplomacy, environmental diplomacy, technology diplomacy, demographic diplomacy, health diplomacy, etc. 

In this framework, there is a lot of evidence proving that the traditional diplomacy of countries alone is no longer able to define international relations, as it is possible to go to meetings of the World Trade Organization(WTO) and see how effective the diplomacy of these new actors is.Also, the conferences of sustainable development as a whole reflect the extent of this impact, as well as most global agreements could not have existed without that diplomacy, such as agreements to reduce and cancel debts of poor countries, not to mention the Mine Ban Treaty(Ottawa Treaty), the Convention on Biological Diversity and all environmental agreements..etc. 


As well, if we follow all the developments related to the role and effectiveness of the World Health Organization(WHO) at the level of the "Covid-19" pandemic crisis in the year 2020, we can say that they reflect in some aspects the problematics of change in the essence of diplomatic work, not to mention the problematic of the quality of diplomats and how to choose them and which is more effective in combating the pandemic: technocrat diplomat or Political diplomat or technical diplomat? 


Consequently, in light of the global reality tense as a result of the "Covid-19" crisis and based on the complex diplomatic frameworks that in the bulk come to express the dialectic of the source of global political strategies and the fate of traditional diplomacy, it became necessary for us to ask: 


1- Does the "Covid-19" health crisis reflect the reality of the flaw in political strategies or diplomatic capabilities? 

2- Do the emerging bets require separation between diplomacy and diplomats? 

3- Does diplomacy need a new strategic direction? or do strategies need to revitalize the role of diplomacy? 


What increases the severity and weight of these questions is the fact that the vast majority of political and armed conflicts are currently taking place within countries, which affects the margin of movement available to traditional diplomacy,as it is natural to recede its role and importance, starting from the principle and rule of lack of jurisdiction. In addition, the role of traditional diplomacy (Which has existed since the events of September 11th on security dimensions) has changed with the lessons learned from the contradictions of global strategies due to the implications of the health crisis resulting from "Covid-19". 


As this crisis came as a sudden blow to the role of traditional diplomacy, and as conclusive evidence of the importance of opening up broad prospects for new types of diplomacy. 


Briefly,in the event that all of these facts are linked current and repeated demands calling calling for the creation of an official representation of global civil society within international organizations (which is already taking place), and which may reach the stage of demanding the right to vote, then it becomes logical to take all these questions related to diplomacy and her future very seriously.

2020-11-12

"كوفيد 19" ومستقبل الدبلوماسية في العلاقات الدولية

 

"كوفيد 19" ومستقبل الدبلوماسية في العلاقات الدولية


د. سلام الربضي: مؤلف وباحث في العلاقات الدولية


بادئ ذي بدء وعند القاء نظرة عامة على الأطر المفاهيمية المختلفة للدبلوماسية يجب التفريق بين الدبلوماسية والدبلوماسيين، وذلك من أجل القدرة على تأطير الإشكاليات المطروحة على صعيد العلاقات الدولية، فمن الممكن أن تكون هناك دبلوماسية من دون دبلوماسيين أي بمعنى تغييب الدبلوماسيين عن المشاركة في اتخاذ القرارات الدبلوماسية والسياسية بالإضافة إلى تعرضهم للتهميش عند وضع وتنفيذ السياسات الاستراتيجية، وهذا حكماً يستوجب التفريق بين الدبلوماسية كقرار استراتيجي وبين الدبلوماسيين كفاعلين مؤثرين. وفي ذات السياق يجب علينا الأخذ بعين الاعتبار وجود وطغيان إنساق جديده معقدة على المستويات الاقتصادية والبيئية والتكنولوجية والصحية والتي نتج عنها تزايد نفوذ بعض اللاعبين الجدد على الساحة العالمية بحيث أن المجال الدولي لم يعد حكراً على الدول فقط، وبالتالي وبكل تأكيد ووفقاً لاهتمام الفاعلون الجدد أضحت الرهانات في العلاقات الدولية مرتبطة بشكل أقوى بالقضايا الإنسانية، وبات هنالك أساليب جديدة ومختلفة من أشكال العمل الدبلوماسي كدبلوماسية العلوم ودبلوماسية البيئة والدبلوماسية الديمغرافية ودبلوماسية التكنولوجية والدبلوماسية الصحية..الخ.


وفي هذا الإطار، هنالك الكثير من الأدلة التي تثبت أن الدبلوماسية التقليدية للدول لم تعد وحدها قادرة على تحديد العلاقات الدولية، فلنذهب إلى اجتماعات منظمة التجارة العالمية لنرى ما مدى فاعلية دبلوماسية هؤلاء الفاعلون الجدد، كما أن مؤتمرات التنمية المستدامة في مجملها تعكس مدى هذا التأثير، وكذلك معظم الاتفاقيات العالمية لم يكن بالإمكان وجودها دون تلك الدبلوماسية كاتفاقيات تخفيض والغاء ديون الدول الفقيرة ومعاهدة حظر الألغام وبروتوكول السلامة البيولوجية وكل الاتفاقيات البيئية..الخ. وأيضاً في حال تتبعنا كل التطورات المرتبطة بدور وفاعلية منظمة الصحة العالمية على مستوى أزمة الجائحة في العام 2020، يمكننا القول أنها تعكس في أحد جوانبها إشكاليات التغير في جوهر العمل الدبلوماسي، ناهيك عن إشكالية نوعية الدبلوماسيين وكيفية اختيارهم وأيهما أنجع لمكافحة الجائحة: الدبلوماسي التكنوقراط أم الدبلوماسي السياسي أم الدبلوماسي التقني؟


وبالتالي، في ظل الواقع العالمي المتأزم جراء أزمة كوفيد 19 وبناء على الأطر الدبلوماسية المعقدة التي في جُلها تأتي لتُعبر عن جدلية مصدر الاستراتيجيات السياسية العالمية ومصير الدبلوماسية التقليدية، بات يستوجب التساؤل:


1-   هل تعكس أزمة جائحة كوفيد 19 الصحية واقع الخلل في الاستراتيجيات السياسية أم في القدرات الدبلوماسية؟


2-   هل تستوجب الرهانات المستجدة الفصل بين الدبلوماسية والدبلوماسيين؟ وهل باتت الدبلوماسية بحاجة لتوجه استراتيجي جديد أم الاستراتيجيات بحاجة لتنشيط دور الدبلوماسية؟

 

ومما يزيد من شدة ووطأة هذه التساؤلات، إن السواد الأعظم من النزاعات السياسية والمسلحة تتم حالياً داخل الدول مما يؤثر على هامش الحركة المتاح أمام الدبلوماسية التقليدية حيث من الطبيعي تراجع دورها وأهميتها من منطلق قاعدة عدم الاختصاص. كما أن دور الدبلوماسية التقليدية الذي كان قائم منذ أحداث 11 أيلول على الأبعاد الأمنية قد تغير مع استخلاص العبر من تناقضات الاستراتيجيات العالمية جراء الأزمة الصحية الناتجة عن كوفيد 19، حيث جاءت تلك الأزمة كضربة مباغتة لدور الدبلوماسية التقليدية وكدليل قاطع على أهمية فتح الآفاق الواسعة أمام أنواع جديدة من الدبلوماسية.


وفي هذا المضمار، لا يمكن أغفال وتجاهل التساؤل عن ماهية الدبلوماسية المستقبلية في حال تم الأخذ بمقترحات الأمين العام السابق للأمم المتحدة الدكتور بطرس غالي والداعية لربط مسألة التصويت داخل المنظمة بمقدار المساهمة المالية في تمويلها، وهذا أيضاً ما عاد وأكد عليه الأمين العام السابق كوفي أنان مضيفاً إليه مطالبة الفاعلون الجدد(كالمنظمات غير الحكومية والشركات عبر الوطنية والأفراد) بتقديم الدعم المالي للمنظمة. 


وفي حال تم ربط هذه الوقائع مع المطالب الدائمة بإيجاد تمثيل رسمي للمجتمع المدني العالمي داخل المنظمات العالمية(كما بدأ يحدث بالفعل) والتي قد تصل إلى مرحلة الحق في التصويت، يُصبح من المنطقي أخذ كل تلك التساؤلات المتعلقة بالدبلوماسية ومستقبلها على محمل الجد.






2020-11-09

“COVID 19” Y PROBLEMAS DEL CONCEPTO DE VIOLENCIA POLÍTICA

 



Por Dr. Salam Al Rabdi


Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG, Argentina 2020.


La violencia es uno de los medios utilizados en la política, independientemente de su legitimidad y su ética filosófica, y también lejos de la dialéctica de la teoría social de los contratos o de la naturaleza humana que giran en torno al instinto humano y a la lucha por la supervivencia. Sobre la base de esto, se puede decir que la lógica de la relación entre violencia y política plantea muchos problemas, ya que desde un punto de vista analítico hay una dificultad en la posibilidad de una separación precisa y clara entre la violencia y la política, y sucede debido a los antecedentes culturales e ideológicos por los que una acción o comportamiento puede ser juzgado como caído en la categoría de violencia política o viceversa. Por ejemplo, la violencia política relacionada con la resistencia a la ocupación de acuerdo con cierta cultura puede ser un acto legítimo y legal y, a cambio el mismo acto, puede ser de acuerdo con otra cultura un acto ilegal, que entra dentro de la categoría de prácticas terroristas.

 

Vale la pena mencionar en este contexto la dificultad de definir y enumerar cuestiones y acciones políticas, económicas, culturales e incluso legales que pueden describirse como violencia política. Por ejemplo, hasta la actualidad no existe un acuerdo mundial sobre una definición amplia y clara de la violencia política relacionada con el terrorismo, y lo mismo se aplica a la definición del delito de agresión emitido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que todavía lleva consigo muchas interpretaciones y diligencias.

 

En este contexto relacionado con el problema del concepto de violencia política, se pueden plantear muchos interrogantes, que giran en torno a:

 

1- ¿Cómo clasificar las sanciones económicas impuestas por algunos países o emitidas por el Consejo de Seguridad de la ONU?: ¿Son actos y medios políticos violentos e inhumanos? ¿O son una acción política soberana legítima?

2-  Cómo clasificar las políticas mediáticas que fomentan e incitan a la violencia?. ¿Estas políticas entran en la categoría de incitación a la violencia política y apoyo al terrorismo? ¿O estas políticas entran en la categoría de libertad de expresión?

3-  ¿Qué tan difícil es clasificar la violencia política en términos de su fuente, ya sea que esté emanando de estados, individuos u organizaciones no gubernamentales, por no hablar de la dificultad de separar cada uno de ellos?

4- ¿Cómo clasificar la corrupción como una de las formas más peligrosas de violencia política basada en conceptos modernos utilizados para abordar la corrupción problemática?

5- ¿Cómo clasificar la violencia relacionada con la seguridad humana integral, como la violencia ambiental, sanitaria, tecnológica y biológica, etcétera?

Según este grupo de interrogantes, parece que es urgente aclarar la idea de que la violencia política no sólo está condicionada a la asociación con la violencia física o la violencia concreta, puede haber violencia económica y cultural más grave e influyente en todos los niveles políticos. Además, lo que complica las cosas a nivel filosófico y realista es que la mayoría de las teorías políticas que basan su análisis en la suposición de que el Estado como institución política (que posee la legitimidad de la violencia dentro y fuera de sus fronteras) es el actor principal en la escena mundial, ha sido categóricamente anulado con la creciente influencia de individuos, ONG, corporaciones transnacionales, etcétera. Además, los criterios de poder en sí han cambiado y ya no se miden sólo por el alcance de la capacidad de utilizar la violencia legítima representada por el poder político, y ya no se limitan a la forma tradicional asociada a la clásica potencia económica o el poder militar convencional.

 

En consecuencia, y sobre la base del desarrollo en la naturaleza de las cuestiones humanas contemporáneas, se debe trabajar para crear una nueva visión política crítica para todo lo relacionado con los criterios para entender la violencia política en todas sus formas. En este sentido, estamos obligados como resultado de los dilemas éticos asociados con muchas cuestiones (como las cuestiones del cambio climático y el medio ambiente y todo lo relacionado con la revolución biotecnológica y la manipulación de genes, así como las implicaciones de la inteligencia artificial, etc.) a reconsiderar muchos conceptos, especialmente con la presencia de nuevos términos relacionados con la violencia política contemporánea, como la violencia ambiental, violencia tecnológica, violencia biológica, sesgo algorítmico y violencia de salud, etc.

 

Tal vez una de las pruebas más brillantes de la importancia de encontrar una nueva visión crítica del concepto de violencia política son los acontecimientos acelerados a nivel de la seguridad sanitaria mundial, resultantes de las repercusiones de la propagación de la pandemia de Covid-19, que fueron acompañados por muchas manifestaciones violentas e inusuales en la política global que están relacionadas con cuestiones de salud, como el intercambio de acusaciones sobre las causas de la pandemia o las guerras de máscaras,..etc., que confirman el alcance de los nuevos cambios en el concepto y las normas de violencia política.


A la luz de lo anterior, podemos decir que, a pesar de la existencia de muchas iniciativas que tratan de desarrollar una visión crítica lógica sobre cómo abordar el concepto de violencia política, lamentablemente continúa siendo el tradicional, y se caracteriza por su incapacidad para crear un nuevo marco intelectual capaz de entender los fenómenos y prácticas emergentes, que están relacionados con la filosofía de la violencia política. Además ignora la mayor parte de la problemática y dialéctica antes mencionadas, ya que parece estar todavía centrada en una visión clásica de la era de la modernidad, que ya ha sido superada. 


Actualmente estamos en la era del Posmodernismo,la Postverdad y el  Posthumanismo que ha dejado caer todos los axiomas y postulados, la era de la metodología del escepticismo y la atomización de lo que necesitamos, a pesar de todas las problemáticas controvertidas en esa metodología.


For communication and cooperation

يمكن التواصل والتعاون مع الباحث والمؤلف سلام الربضي عبر الايميل
jordani_alrabadi@hotmail.com